concurso nacional de innovación y tecnología.
Los jóvenes representantes de este establecimiento, coadministrado por Fundación Collahuasi, fueron parte del concurso que encabezó la red educacional SNA Educa, el cual buscaba incentivar el espíritu emprendedor de los estudiantes en materia social y comercial, donde participaron 20 planteles educacionales del país.
Seis alumnos del Liceo Bicentenario Minero Juan Pablo II de Alto Hospicio se impusieron en un concurso, que premió proyectos innovadores en materia tecnológica y de sustentabilidad. Se trata de Loren Rodríguez, Lucas Alzamora, Luciano Contreras, Valentina Supanta, Iris Colque y Philliipe Fren, quienes, divididos en dos grupos, obtuvieron el primer y segundo lugar del concurso “Crear y Emprender” de SNA Educa.
El primer lugar en la Categoría Social fue para el proyecto “DiBox” creado por estudiantes de 2° medio, el cual aborda la biotecnología como temática central, entregando una solución innovadora a familias vulnerables o con problemas de conexión a Internet, a través de la construcción de un módulo transportable con paneles solares que promueven la energía limpia y renovable.
Dicho proyecto pretende acercar la tecnología para que niños, niñas y jóvenes dispongan de herramientas tecnológicas como apoyo educativo para tareas y búsqueda de información. El dispositivo cuenta con baterías de almacenamiento de gel, Internet móvil o satelital y tablets, pudiendo ser habilitado en lugares como escuelas, zonas rurales, tomas y campamentos.
En tanto, el segundo lugar en la Categoría Comercial, lo obtuvo el prototipo “ThermoPlastic”, desarrollado por estudiantes de 3° y 4° medio, quienes trabajaron con el apoyo del docente Moisés Riquelme y el encargado de laboratorio, Gabriel Velásquez.
«ThermoPlastic» es una iniciativa que nace de la necesidad de reutilizar el plástico residual de envases de productos alimenticios acopiados en el punto limpio del establecimiento. Gracias al chipeado y la termofusión de forma artesanal del plástico, al ser procesado se logran desarrollar artículos con estos polímeros que suplen necesidades del establecimiento, así como también del entorno comunal. A su vez, generan conciencia en los estudiantes en torno a la huella de carbono y contribuyen en la reducción de este residuo que llega a los vertederos y lugares de acopio ilegales.
Iris Colque, alumna que participó en la creación de este proyecto, detalló que para llevarlo a cabo fabricaron una chipeadora casera, pero que no cuenta con la suficiente capacidad para triturar. Además, sostuvo que los hornos convencionales para uso doméstico no logran el calor necesario ni el espacio suficiente para crear ciertos elementos ni fusionar el plástico en su totalidad. “Para ello, es que nos encontramos solicitando colaboración a la Fundación Collahuasi y así realizar el diseño del proyecto, esperando aportar al cuidado del medio ambiente”.
Tras su participación, este grupo de jóvenes ganadores destacaron la importancia de estas instancias, ya que permiten establecer y mantener vínculos efectivos y reales con la comunidad y entidades del ámbito productivo y educacional, con el propósito de contribuir no sólo en el mejoramiento de la calidad educativa, sino también en el bienestar social de las familias hospicianas.
César Gavilán, director ejecutivo de la Fundación Collahuasi, indicó sentirse orgulloso del nivel de los proyectos presentados por los alumnos en esta competencia. “Ellos están aplicando soluciones concretas a problemáticas reales y locales, con una mirada social para mejorar la calidad de vida de nuestro liceo y de la comunidad de Alto Hospicio. Este tipo de iniciativas son las que debemos seguir fomentando para tener a estudiantes y jóvenes tarapaqueños capaces de soñar, diseñar y aplicar”.