el mes de la Pacha Mama, la Madre Tierra.
El Día Mundial de la Alegría (1), el Día Internacional de las Poblaciones Indígenas (9), el Día Internacional de los Desaparecidos (30) y el Día Internacional de los Afrodescendientes (31), son algunas de las celebraciones que tienen cabida durante agosto. Un mes en el que toda América Latina también conmemora su costumbre ancestral de agradecer, bendecir los frutos y pedir protección a la Madre Tierra, la Pacha Mama.
“Lo primero que hay que dejar en claro y, que es producto de nuestro caminar, es entender que la Pacha no es solo un soporte inerte. Y eso es así. La Pacha Mama es un ser vivo”, comenta el Yachachiq y educador tradicional quechua LaLo Taki Kuti tras participar en el encuentro virtual “Querer y cuidar la Pachamama”. Una iniciativa impulsada por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio que fue transmitido en vivo a través del Facebook de la Subdirección Nacional de Pueblos Originarios.
En el conversatorio, en el que además participó la presidenta de la Comunidad Quechua de Miñe Miñe, Myrta Chambe, el Yatiri Aymara Javier Vilca y el Presidente de la Asociación Indígena Aymara “Juira Marka”, Juan Choque, el representante de la Comunidad Indígena Quechua de Quipisca comenzó explicando sus dichos con un ejemplo.
“Imagínate cuando las personas quieren salir de vacaciones o necesitan asistir a un lugar tranquilo. ¿Qué buscan? Irse a la playa, a un río o a un bosque, porque en su pensar interno es ahí donde encuentra tranquilidad. Relajarse en la naturaleza, salir de ese espacio de encierro, salir de las paredes y viajar o retornar a un entorno donde hay vida”, sostiene Lalo, quien advierte que en estas infinitas formas de ofrendar y reconocer los hombres y mujeres de los pueblos originarios suelen correr con una cierta ventaja.
“El entendimiento con la Pacha es nuestro aprendizaje y hay distintas formas de reconocerlo y asimilarlo según tu entorno, pero claro, quienes habitamos en los pueblos alejados de las ciudades hemos nacido justamente en un entorno natural, en un territorio en el que se mantiene esa forma de vida. Y si bien en ese caminar se va enredando un monto de externalidades, se cambia y se genera el reencuentro con ese reconocimiento de que la naturaleza está completamente viva. Al punto de generar un diálogo constante con ella”.
En este sentido, Lalo advierte que gracias a la ritualidad es bastante común hacer ceremonias en los cerros, a los que denominan Apus, con quienes conversan. Vivencias y experiencias que se transforman en entendimiento.
“Los quechuas abordamos la cosmovisión en torno a la Madre Tierra, y así como nos encargamos de la revitalización y cuidados del territorio, mantenemos la visión ancestral de caminar con la Pacha en un diálogo total de vida donde nos relacionamos con los animales, las plantas, las vertientes de agua, el aire, nuestras Huacas ceremoniales, porque justamente la Pachamama tiene esa capacidad de engendrar y hacer brotar la vida en las comunidades”.
De igual forma, el experto en conocimientos ancestrales del pronóstico del tiempo y el clima indicó que cada ser es importante y necesario en el ciclo natural que permite reflexionar acerca del “caminar junto a la Pacha”, lo que no quiere decir que se tenga que tener una forma normativa de comportamiento, sino que se trata de un correcto estar, armonizar con ella.
“La relación obedece a los principios de reciprocidad y no a otros pensares, como los que impulsan los gobiernos o los estados, quienes venden a la naturaleza como un objeto para explotar y dominar. Una visión de utilidad, algo mercantil, que en definitiva son causantes de las crisis ambientales por las que estamos pasando. Prácticas desintegradoras que tiene un sentido: homogenizar las cosas. No entender que hay pluriculturalidad y formas de pensar distintas que son uno con la Pacha”.
Finalmente, Lalo explicó que la idea de la Comunidad Indígena Quechua de Quipisca, que hace más de nueve años viene potenciando un plan de puesta en valor de su patrimonio y sus atractivos, es consolidarse con un puente dentro de estos espacios, transmitiendo legado y aportando con herramientas nuevas para generar más espacios de reflexión”.